En la actualidad vivimos momentos muchas veces desconcertantes, donde reflexionamos profundamente en nuestros valores culturales y morales y en nuestros grandes problemas de salud.
Vivimos en una prisa constante, restándole a nuestra vida el sentido de contemplación y autorrealización, muchas veces la ansiedad y la zozobra nos invade ante la necesidad de resolver nuestros problemas vitales inmediatos, restando espacio para estar con nosotros mismos y poder así meditar contemplar, aquietar a todos nuestros sentidos, encontrándonos con nuestras capacidades latentes y descubrirnos con sabiduría, colocando a nuestra inteligencia en acción y realizando el cambio tan anhelado en nosotros, convirtiéndonos en seres visionarios, dotados de una gran proyección.
Muchas enfermedades son producto de todo nuestro acontecer diario donde reina la angustia, muchas veces la incertidumbre, trayendo como consecuencia, afecciones cardiacas, diabetes, trastornos del sistema inmune entre otros.
Todas estas dolencias tienen causas fisioquímicas, donde incide también el factor psicológico, producto de tensiones y preocupaciones.
Este es el momento de darnos cuenta de lo que está ocurriendo aprendiendo a comprender, a soltar, a dejar fluir y sentirnos más livianos, cultivando un régimen de vida más saludable, con hábitos que propendan a un bienestar y mejor calidad de vida, asistiéndonos con una .dieta rica en frutas, cereales, bastante agua natural, como también aprender a escuchar el lenguaje de nuestro cuerpo, a alimentar a nuestra mente con pensamientos que eleven nuestra condición de vida, liberar a nuestro corazón de sentimientos encontrados que nos atrapan e iniciar el proceso de aligerar a nuestra alma, a nuestro espíritu, esos son los primeros pasos para elevar nuestro Sistema Inmune. Reconociéndonos, aceptándonos y amándonos.
Cecilia Bustamante de Planchart Extraído de la Revista Digital SAMSARA