Hoy, en el Día Internacional del Cuidador, quiero tomar un momento para expresarte mi más sincero agradecimiento. A lo largo de los años, has sido mi apoyo y mi fuente inagotable de amor y cuidado. Aunque mi memoria pueda fallarme en ocasiones, tu amor y dedicación siempre han sido constantes.
Recordar el pasado me hace reflexionar sobre todas las veces que has estado a mi lado, secando mis lágrimas, sosteniendo mi mano y brindándome consuelo en los momentos más oscuros. Has sacrificado tanto por mí, y aunque a veces pueda olvidarlo, quiero que sepas que valoro cada uno de tus esfuerzos.
Tus cuidados no solo se limitan a las necesidades básicas, sino que también has sido mi compañía, mi confidente y mi fuente de alegría.
Tus sonrisas, tus historias y tus gestos de cariño han iluminado mi mundo de maneras que las palabras no pueden expresar.
A medida que los años han avanzado, hemos compartido risas y lágrimas, hemos enfrentado desafíos y celebrado triunfos. Tu paciencia inquebrantable y tu amor incondicional me han sostenido en los momentos difíciles y me han dado la fuerza para seguir adelante.
Gracias cuando me escuchas, aunque a veces te repita las mismas cosas.
Hoy, en este Día tan especial, quiero rendir homenaje a ti y a todos los Cuidadores/as del Mundo que dedican sus vidas a cuidar a quienes más lo necesitan. Vuestra labor es verdaderamente admirable y merece el reconocimiento y la gratitud de todos.
Gracias por ser mi cuidador, mi amigo y mi ángel guardián. Aunque los años pasen, siempre te llevaré en mi corazón.
𝐂𝐨𝐧 𝐭𝐨𝐝𝐨 𝐦𝐢 𝐜𝐚𝐫𝐢ñ𝐨 𝐲 𝐚𝐠𝐫𝐚𝐝𝐞𝐜𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨,
Abuela Martínez